Comentarios de Stephen Lewis, Co-Director de AIDS-Free World, durante una sesión plenaria en 2011 International Conference on AIDS and Sexually Transmitted Infections in Africa (ICASA)
Addis Ababa, 6 de diciembre de 2011, 9:45 am
Inspirado e interesante discurso, sobre lo que se puede hacer ahora en el campo del SIDA, sobre lo que no se hizo (esperar años para combatir la transmisión vertical en serio, esperar años para promover la circuncisión en bebes de sexo masculino –medida muy efectiva para proteger del contagio del VIH-, confrontar públicamente a Thabo Mbeki sobre su negación a actuar sobre el SIDA en Sudáfrica) Y sobre lo que implica el golpe bajo al Fondo Mundial (Asesinato)
Y su llamado a la sociedad civil mundial en relación al Fondo Mundial “les ruego que movilicen a una verdadera sociedad civil y que le hagan frente a los imprudentes Estados-Nación que se atreven a decidir si los africanos a viven o mueren”.
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Con su permiso, voy a desviarme del tema asignado. Me referiré a los Objetivos de Desarrollo del Milenio, pero no en la forma prevista.
Hay dos razones. En primer lugar, quiero hablar de un modo inusualmente personal, y desde el corazón, de una manera que no dejé lugar a dudas. En segundo lugar, considero que el ataque contra el Fondo Mundial es el asalto más grave que ha sufrido en sus diez años de historia. Me sentiría como un delincuente si dejo pasar el tema.
Me invade la frustración y la impaciencia. Permítanme explicarme.
Estoy encantado cuando la UNICEF nos habla de la posibilidad de la eliminación virtual de SIDA pediátrico para el año 2015. Pero sé que -como las personas bien informadas en esta audiencia saben- sigue siendo un escenario poco probable, pero lo más importante es que hemos perdido años muy valiosos durante la última década en la que simplemente no aplicamos el conocimiento que poseíamos para prevenir la transmisión vertical. Fue un fracaso terrible por parte de los organismos internacionales y los gobiernos. Peor aún, la madre apenas cuenta en la llamada ecuación “PMTCT” (siglas en inglés). Al llegar a este emocionante momento de progreso, no puedo olvidar a los millones de niños que murieron sin necesidad y a las mujeres que nunca recibieron tratamiento.
Estoy encantado con la creación de ONU Mujeres, y con la posibilidad, una vez que sea co-patrocinador oficial de ONUSIDA, que al foco en las mujeres se le dé una nueva oportunidad de vida. Sin embargo no puedo desprender de mi mente la experiencia de mis años en calidad de Enviado[i] y, posteriormente, trabajando en AIDS-Free World, cuando se hizo evidente que en cada aspecto de la pandemia las mujeres quedaron subordinadas. La inequidad de género condeno sus vidas. La violencia sexual se ha alimentado y a la vez alimenta al virus. La supervivencia total de las comunidades y las familias fue puesta sobre sus hombros. Los hombres eran los determinantes sociales de la salud de las mujeres y a los hombres simplemente no les importaba. Al llegar a este momento emocionante de progreso potencial, no puedo evitar las caras espectrales de la estigmatización, la discriminación, el aislamiento y el dolor, y son rostros de mujeres. Eso no quiere decir que las mujeres no son el núcleo del valor y la fuerza de esta pandemia; simplemente significa que tienen que luchar con valentía para desafiar a la falange del privilegio masculino, de la hegemonía masculina. Sólo hace unos días, coincidiendo con el Día Mundial del SIDA, la Escuela de Salud Pública de Harvard celebró un simposio llamado AIDS@30 para evaluar el pasado y trazar el futuro. El simposio tuvo un Consejo Asesor Global de diecinueve expertxs eminentes sobre la pandemia: 17 hombres y 2 mujeres. Siempre es así. Es rara la mujer que no reporta a un hombre en el mundo del VIH, o que puede comandar, excepcionalmente, el lugar y la presencia que esa legión de hombres comanda de forma automática.
Estoy encantado cuando oigo hablar con animación sobre la circuncisión masculina. Pero sé que no era necesario esperar los resultados de los tres estudios en Uganda, Kenia y Sudáfrica. Nada se habría perdido si nos hubiéramos enfocado inmediatamente en hacer que la circuncisión fuera segura y estuviera disponible para que padres y madres informados la escogieran para sus bebés de sexo masculino; es un procedimiento menor que se ha realizado durante siglos. En cambio, durante casi una década mientras la evidencia sobre la circuncisión como una defensa contra el SIDA se acumulaba - pruebas aportadas por expertos en el campo- esperamos y esperamos y esperamos, en una parálisis auto-justificativa de insoportable precisión científica. Al llegar a este momento emocionante de progreso, no puedo olvidar el número de vidas que podrían haberse salvado si hubiéramos actuado antes.
Estoy encantado con toda la charla sobre "tratamiento como prevención" y la forma en que de repente se ha convertido en el mantra de la comunidad internacional sobre el SIDA. Pero el 2006, me senté al lado del Dr. Julio Montaner, a punto de convertirse en presidente de la Sociedad Internacional de SIDA, la primera vez que expuso la propuesta en una conferencia de prensa en la Conferencia Internacional sobre el SIDA en Toronto. Sus pruebas y argumentos se basaban, en la misma medida, en la ciencia y el sentido común. Pero tuvo que soportar el desprecio y la burla, y tuvimos que soportar un retraso de cinco años hasta que el tratamiento como prevención se ha autenticado definitivamente por los Institutos Nacionales de la Salud en Washington. La teoría de Julio de repente se convirtió en la solución de 96% cinco años más tarde, y no -insisto- no se aplica sólo a las parejas discordantes. Al llegar a este momento emocionante de progreso, no puedo olvidar el número de vidas que podrían haber sido prolongadas si no hubiéramos esperado casi cinco años para crear el ímpetu que ahora nos impulsa.
Estoy encantado con el cambio en Sudáfrica. El espectacular despliegue de tratamiento es poco menos que milagroso. Pero me acuerdo de todos esos años de negación, y ni una sola voz en los niveles más altos de las Naciones Unidas - los Sub-Secretarios Generales, el propio Secretario General. Ninguno de ellos le dijo públicamente a Thabo Mbeki, "Estás matando a tu pueblo". Ah, por cierto, todxs lo decían en privado. Se llevaron a Thabo Mbeki a un lado y le rogaron que cambiara de rumbo. Él no cedió un centímetro. A su alrededor, en cada comunidad de Sudáfrica, y en comunidades de todo un continente fuertemente influenciado por Sudáfrica, estaban los campos de la muerte del SIDA. Al llegar a este momento emocionante de progreso, no puedo olvidar a los millones que murieron durante el gobierno de Thabo Mbeki, mientras que los que debieron confrontarlo ante los ojos del mundo se mantuvieron mudos.
Estoy encantado por la aceptación del lema “Know Your Epidemic; Know Your Response[ii]” y el foco actual en grupos de alto riesgo. Pero tengo en cuenta que hubo muchas voces, en los últimos años, no todas excéntricas, llamando la atención sobre las parejas sexuales concurrentes y las parejas discordantes, sobre MSM[iii], trabajo sexual y violencia sexual, y en particular el consumo de drogas inyectables, y fueron despectivamente desestimados. No puedo dejar de recordar al magnífica activista gay del Caribe, Robert Carr, quien murió tan prematuramente... en la pre-conferencia sobre MSM en avance de Viena el año pasado, Robert dio uno de esos discursos que te dejan sin aliento. Al escuchar lo que dicen los expertos, dijo el normalmente discreto Robert, it’s bullshit - y repitió ‘it’s bullshit’ tantas veces en el transcurso de treinta minutos que la grosería se convirtió en un grito de dignidad movilizadora. Al llegar a este emocionante momento de progreso, no puedo olvidar los retrasos casuales en la respuesta a los grupos vulnerables. Los expertos tocaban la lira mientras los derechos humanos ardían.
Si usted detecta una cierta impaciencia en mí, tiene razón. No tenemos otro día más que perder. Peter Piot, hizo la aritmética ayer ... 1.350.000 fueron puestxs en tratamiento el 2010; 2,7 millones de nuevas infecciones, exactamente el doble de quienes están en tratamiento el mismo año. Él calcula unas 7.397 nuevas infecciones cada día. Y es 2011, por el amor de Dios. Es inaceptable que estos números continúen persiguiéndonos; rompe el corazón más allá de la resistencia el contemplar tanta agonía exponencial. No podemos retrasar ni un minuto en poner a trabajar la "combinación prevención".
Y creo que, a juzgar por el estado de ánimo en los pasillos, esto es lo que se apodera de esta conferencia. Pero justo en el momento en que sabemos, fehacientemente, que podemos derrotar a esta pandemia, recibimos un golpe bajo en el Fondo Global.
¿Qué es un golpe bajo[iv]? Es cuando un boxeador en el ring recibe un golpe por debajo del cinturón que no vio venir. Nadie esperaba una cancelación completa de la undécima ronda, con nuevos fondos disponibles para la ejecución hasta el año 2014.
Es sólo el último golpe en una larga lista de traiciones por parte de los países donantes, en este caso los europeos en particular. He escuchado de varias personas que las políticas de la reunión del Fondo Mundial en Accra hace dos semanas, cuando se tomó la decisión, no sólo fueron complicadas, sino que llegaron al punto de ser una guerra intestina miserable. Algunos gobiernos de la Junta del Fondo Mundial simplemente se desacreditaron así mismos. Ensuciando el principio de la solidaridad internacional. El Presidente de la Junta, de una manera muy enrevesada y forzada, trató de dar explicaciones en un comunicado de prensa. Habría hecho mucho mejor permaneciendo en silencio.
Esta decisión por parte de los países donantes es imperdonable. En un discurso, hace unos días, hablé sobre la situación del Fondo Mundial al discutir sobre las implicaciones morales de una decisión que se sabe que resultará en muerte... muerte en el continente africano.
Pregunté: "¿Acaso piensan África como una pieza territorial de obsolescencia geográfica? ¿Es que piensan a los propixs africanxs como casualmente prescindibles? ¿Es porque las mujeres y niñxs de África no son comparables a los ojos de los gobiernos occidentales a las mujeres y niñxs de Europa y América del Norte? ¿Es porque lxs africanxs son de color negro y el racismo no reconocido dirige el juego? ¿Es porque un avión de combate vale mucho más que las vidas humanas? ¿Es porque los presupuestos de defensa son más dignos de protección durante una recesión económica que millones de seres humanos?"
Estas no son preguntas retóricas. Las hago de verdad todas y cada una de ellas.
Ahórrenme, ruego a todxs los oradorxs ... Ahórrenme la crisis económica. Todxs sabemos que cuando se trata de financiar guerras, o rescatar bancos, o rescatar de Grecia, o reinstaurar bonos corporativos, o incluso responder a desastres naturales que amenazan a las economías, siempre hay dinero suficiente. Nos estamos ahogando en lágrimas de cocodrilo. No se trata de la crisis financiera, se trata de prioridades humanas. Tenemos derecho a pedirle al G-8: ¿qué es lo que santifican como gobiernos: los beneficios y la codicia o la salud pública mundial?
Esto es especialmente cierto en el caso de los Estados Unidos. Yo estaba, como todxs lxs demás, encantado con la aprobación por parte del Presidente Obama de la proposición de que el PEPFAR (siglas en inglés) podría tratar a un total de seis millones de personas en lugar de cuatro millones el 2013 con el mismo dinero. Y felicito al Embajador Goosby por su perseverancia en este tema. Es maravilloso. Nadie podría discrepar. ¿Cómo podría? No hay dinero adicional involucrado: es sólo mayor eficiencia y gasto más selectivo.
Y luego el Presidente llegó a afirmar su apoyo al dinero que se supone destinarían al Fondo Mundial de ... $ 4 mil millones en tres años, 2011-2013, $ 1300 millones al año.
Ahora voy a dar un paso atrás. El 2010, cuando el compromiso de tres años para el Fondo Mundial se discutía, activistas en los Estados Unidos pidieron $ 6000 millones para tres años, creyendo que se trataba de una proporción justa para los Estados Unidos y un aliciente a todos los demás donantes. Temían que el Presidente se quedaría en $ 3 mil millones para los próximos tres años ... más o menos la consignación anterior al Fondo Mundial. Cuando se aprobaron los $ 4 mil millones, se considero como una victoria parcial.
En mi respetuosa presentación, es hora de que los Estados Unidos analicen seriamente esos $ 6 billones. Muchos de sus discursos resplandecen con declaraciones de que los EE.UU. es el mayor donante del Fondo. Bueno, por supuesto, que es el mayor donante, es la economía más dominante y más rica del mundo. Realmente creo que, aparte de un llamamiento a los gobiernos europeos a reconsiderar su decisión, el presidente Obama debe decirle al Congreso que quiere esos $ 6 mil millones.
No espero que nadie me escuché. Pero sí apunto a lo que fue enfatizado durante la apertura de esta conferencia: el dinero para luchar contra el VIH / SIDA es el único tema no partidista en el Congreso. Incluso aquellos filisteos irascibles que quieren cortar la ayuda externa, o la salud mundial, han demostrado en el pasado que están dispuestos a reforzar la financiación para el VIH / SIDA. Me parece que el presidente Obama debe poner su autoridad moral en la línea, y pedirle al Congreso que aumente el techo de $ 4 billones a $ 6 billones para el Fondo Mundial.
No es cuestión de compararse con otros países, es cuestión de hacer lo correcto. Y eso significa hacer su parte justa sin importar si los demás están haciendo la suya. Hay muchos comentaristas que están de acuerdo en que la salvación de la presidencia de George Bush fue el PEPFAR. El presidente Obama no necesita salvación. Pero no puedo imaginar un acto más de grande de estadista que decirle al mundo: Yo, Barack Obama, no puede soportar la idea de otra muerte innecesaria, y si los Estados Unidos de América tiene que rescatar al Fondo Mundial, lo hará.
¿Los $ 2 billones de dólares extra son indignantes? El economista Jeffrey Sachs ha respondido esta pregunta. Él señala que el presupuesto de defensa de los Estados Unidos es de unos US $ 1,9 billones al día. En otras palabras, estamos pidiendo que el VIH / SIDA reciba una cantidad adicional, para tres años, que es igual al gasto militar estadounidense de un día.
Me parece que éste es un argumento que los dirigentes políticos africanos pueden efectivamente usar entre los muchos argumentos que deben emplear al lidiar con la comunidad de donantes. Estoy de acuerdo con Michel Sidibe -que ha dado un liderazgo significativo y visionario a esta lucha- que debe haber una reunión de crisis de alto nivel, y que el primer ministro Meles debe convocarla.
Hemos esperado este momento durante mucho tiempo. Esta es una oportunidad para que los líderes políticos africanos demuestren su fuerza, y exijan que el Fondo Mundial sea restaurado a su nivel original. Recuerde, que en la última reposición formal el 2010, la financiación fue de unos pésimos $ 11,7 mil millones, muy por debajo de los $ 20 mil millones que el Fondo Mundial realmente necesita para alcanzar acceso universal. Ahora se nos dice que hasta los $ 11,7 billones están fuera de nuestro alcance. Es inconcebible, insostenible e indignante. Es un asesinato, eso es lo que es: un asesinato. Y los países donantes esperan salirse con la suya porque hay una cultura de impunidad fiscal.
A medida que me acerco a una conclusión, permítanme relatarles una anécdota que me parece relevante.
Cuando dejé mi puesto diplomático en las Naciones Unidas en 1988, asumí el rol de asesor del Secretario General sobre África (admito que parece extraño, pero no hay una explicación que más o menos justifica el puesto). Había un grupo de trabajo interinstitucional establecido, y había una especie de comité ejecutivo de cuatro personas. El Presidente era el destacado economista africano profesor Adebayo Adedeji de Nigeria, quien al mismo tiempo era el Secretario Ejecutivo de la Comisión Económica para África; el Vice-Presidente era el notable, brillante Richard Jolly, Vice-Director Ejecutivo de UNICEF; el Rapporteur era el hábil economista Sadig Rasheed, también con la ECA (siglas en inglés), y yo era el cuarto, una especie de cargo honorífico (noté Ud. que entonces, como ahora, los hombres fueron apuntados para liderar el camino).
Nos reunimos, a menudo en Addis - donde la ECA aun se encuentra - con muchos de nuestrxs organismos colegas que trabajan en África. El Banco Mundial estuvo casi siempre presente, y de forma intermitente, el Fondo Monetario Internacional.
Era el momento cumbre de los programas de "ajuste estructural". Cada reunión era un campo de batalla, lleno de ardorosas imprecaciones, acusaciones, y malicia. Nuestra pequeña camarilla ejecutiva de cuatro detestaba a las instituciones financieras internacionales, y ellas nos detestaban de vuelta.
En medio de interminables discusiones airadas sobre condicionalidad, miramos detenidamente los datos financieros, y de repente nos dimos cuenta de una verdad sorprendente: cuando se toman en cuenta los pagos de intereses y otros pagos de capital, y se examinan las estadísticas con cuidado, se hace evidente que África está pagando mucho más de lo que está tomando... cientos de millones más. El continente financia al Banco Mundial, el Banco Mundial no financia al continente.
Y continúa hasta este día. Una vez más, les recuerdo la referencia del día anterior de Peter Piot. Tengo un amigo cercano que escribe columnas para el periódico The Globe and Mail de Canadá. Comentando sobre el estudio al que hace referencia Peter Piot, el título de su columna fue "África: El Donante De Ayuda Externa Más Generoso Del Mundo". Confirma este hecho un estudio de nueve países africanos, Etiopía, Kenia, Malawi, Nigeria, Sudáfrica, Uganda, Tanzania y Zimbabue que mostró que habían exportado médicxs a Canadá, Estados Unidos, Reino Unido y Australia, medicxs que a África le había costado entre $ 2 mil millones y $ 13 mil millones educar y formar, y que le habían ahorrado a los cuatro países occidentales más de $ 4.5 mil millones en educación y formación. Si tomamos en cuenta a las enfermeras este número se multiplica.
Esta es una conferencia sobre el SIDA. Hablamos sin parar de capacity building. África necesita desesperadamente a sus médicos y enfermeras. En cambio, en el ámbito esencial de los profesionales de la salud, África pierde miles de millones en la exportación de sus recursos humanos.
Digo todo esto para cuestionar el debate artificial sobre la dependencia. De la esclavitud a las actuales industrias que extraen minerales y petróleo, África está financiando al mundo. La economía del mundo moderno se construyó con los recursos humanos y naturales africanos, y depende de ellos hasta el día de hoy. El dinero del Fondo Mundial y el PEPFAR solo son reparaciones parciales. Los donantes occidentales no están involucrados en algún tipo de filantropía financiera: le debemos a África lo que damos a África. Y un montón más por si fuera poco.
Ese es el debate que el Primer Ministro Meles debe inducir. Los países donantes del Fondo Mundial, después de haber saqueado el continente durante 600 años, no tienen derecho a retirarse. Deben ser confrontados. Y a todos ustedes, que constituyen la sociedad civil en tantos países, debe presionar a sus presidentes y primeros ministros a actuar.
Permítanme terminar cerrando el círculo con los Objetivos de Desarrollo del Milenio. África nunca va a cumplir los ODM si el SIDA no es vencido. El SIDA se suma al estado desolador de pobreza. Obviamente, esto afecta la salud materno-infantil. Continúa dejando niños huérfanos (aunque los millones de huérfanos cuya situación parecía ser prioritaria en reuniones anteriores sobre el SIDA, cada vez, misteriosamente, desaparecen de la vista). La equidad de género es una burla en la cara del SIDA. Y la llamada asociación entre ricos y pobres se vuelve risible. Incluso el desarrollo sostenible se ve influenciado, pues el cambio climático se abate sobre las poblaciones debilitadas.
Si los ODM son tan importantes como todo el mundo dice, entonces, el SIDA debe ser contenido.
Como última reflexión, en relación al Fondo Mundial, les ruego que movilicen a una verdadera sociedad civil y que le hagan frente a los imprudentes Estados-Nación que se atreven a decidir si los africanos a viven o mueren.
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