Por Maria Isabel Matamala Vivaldi. Articulación Feminista por la Libertad de Decidir
Tomado del análisis semanal de Primera Piedra
Link: http://www.primerapiedra.cl/papers/2012/pp480_27_08_2012.pdf
Las organizaciones de mujeres que por décadas hemos promovido y defendido la titularidad y exigibilidad de nuestros derechos y libertades, hemos reaccionado con estupor y repudio frente a la violencia sexual de que están siendo objeto las estudiantas que son detenidas en marchas y desalojos de tomas, en el contexto de la movilización social por la educación.
La dirigente Eloísa González “tratada” por los siniestros carabineros hace algunos meses |
Esto nos permite deducir que tras las humillantes vejaciones reportadas por estudiantas – orden de desnudarse y hacer flexiones, golpes en sus genitales, obligación de revolcarse desnudas en el piso mojado, paso del pene de carabinero uniformado por la cara y el cuerpo de la víctima -, está la puesta en marcha nuevamente, de una política de control de los cuerpos y sexualidad de las mujeres con vistas a expropiar su ciudadanía y demostrar instrumentalmente poder y dominación patriarcal.
Las prácticas de violencia sexual que efectúan carabineros, retrotraen a las lógicas desarrolladas por los
agentes de la DINA y la CNI en relación con los cuerpos y la sexualidad de las mujeres militantes
prisioneras. Igual que ayer, la violencia material y simbólica se utiliza como disuasivo del compromiso
ciudadano de las estudiantas que se movilizan socialmente, y como emisora de mensajes en dos sentidos:
validar la violencia masculina frente a la transgresión del orden sexo-género que niega a las mujeres el
espacio público, y a la vez, disciplinar a éstas para asumir los roles tradicionales asignados culturalmente.
“Anda a cuidar a tus hijos” vociferó un carabinero a la abogada que en la calle defendía a las alumnas
agredidas.
Las políticas contra la violencia de género y el femicidio, instaladas con esfuerzo en el país durante dos décadas, están siendo invalidadas por estos juegos de guerra de carabineros, reñidos con el derecho. La violencia sexual institucional en curso, contraviene leyes chilenas sobre la materia y tratados internacionales signados por el Estado chileno, entre otros, Convención sobre los Derechos del Niño y de la Niña, Convención para la Eliminación de Todas las Formas de Discriminación contra la Mujer, Convención contra la Tortura y otros Tratos Crueles, Inhumanos o Degradantes, y Convención para Prevenir, Sancionar y Erradicar la Violencia contra las mujeres, Belem do Pará.
Las políticas contra la violencia de género y el femicidio, instaladas con esfuerzo en el país durante dos décadas, están siendo invalidadas por estos juegos de guerra de carabineros, reñidos con el derecho. La violencia sexual institucional en curso, contraviene leyes chilenas sobre la materia y tratados internacionales signados por el Estado chileno, entre otros, Convención sobre los Derechos del Niño y de la Niña, Convención para la Eliminación de Todas las Formas de Discriminación contra la Mujer, Convención contra la Tortura y otros Tratos Crueles, Inhumanos o Degradantes, y Convención para Prevenir, Sancionar y Erradicar la Violencia contra las mujeres, Belem do Pará.
Estamos acompañando las movilizaciones, vigilantes en la defensa de los derechos sexuales de las
estudiantas chilenas, prestando particular atención a las formas de tortura descritas que está realizando
Carabineros de Chile. No se puede permitir que los cuerpos de mujeres adolescentes sean utilizados para
aterrorizar. En esa tarea, diversas organizaciones hemos conformado la Coordinadora Feminista contra la
Violencia Sexual Policial.
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