lunes, 1 de agosto de 2011

¿Eres Lesbiana?



Por Beatriz Sotomayor


Como una mujer que está abiertamente en contra del machismo, y que no quiere cosas que desde el estereotipo de ser mujer se supone que yo debiera querer, más de una vez me han preguntado después de hablar un rato conmigo: ¿Eres lesbiana?


Cuando me hacen la pregunta con L, yo pienso que:


- No es asunto suyo, no estoy diciendo que yo sea o no heterosexual, considero que excepto en circunstancias MUY especificas no es relevante.



- ¿Esta persona quiere saber si estoy disponible para él o ella sexualmente?



- ¿Está persona busca clasificarme? Y desde ese punto de vista desechar lo que yo digo, pues si soy lesbiana, lo que diga será tratado como información anecdótica (porque una lesbiana fuera del porno es como un manatí en la Luna, claramente), o demostrará que lo que digo no tiene peso porque estoy “enojada y resentida”.



En fin, aparte de las mujeres reales que desean y aman a otras mujeres, la idea de lo lésbico en abstracto, onda filosóficamente, es también relevante para todas las mujeres, las que se consideran como tales y lxs que son consideradxs por otros y otras como tales.


Lo que señala Suzanne Pharr en su ensayo “Homophobia a Weapon of Sexism”(o en español la homofobia un arma del sexismo) me hace mucho sentido, las mujeres que son etiquetadas como lesbianas, lelas o tortilleras, siempre es porque se piensa que han “cruzado la línea” de alguna manera:


Desde está lógica las feministas son etiquetadas como lesbianas (feminista y lesbiana son cosas distintas, aunque muchas mujeres puedan ser las dos).


“Ser una lesbiana es ser percibida como alguien que ha cruzado una línea, que ha salido de la dependencia sexual/económica de un varón, que se identifica con las mujeres. Una lesbiana es percibida como alguien que puede vivir sin un hombre, y quien por lo tanto esta (aunque suene ilógico) contra los hombres. Una lesbiana es percibida como estando fuera de lo aceptable, del orden rutinario de las cosas … Una lesbiana es percibida como una amenaza a la familia nuclear, a la dominación y control masculino, al corazón mismo del sexismo”


Jessica Valenti en su libro Full Frontal Feminism señala respecto a este párrafo:


“Entonces, no es realmente que haya mujeres amando mujeres lo que le molesta a la gente – es que están transgrediendo, rehusándose a conformarse a las percepciones sociales de lo que las mujeres supuestamente somos”.


Comentario por Toli de Ideas Sin Género ILGA LAC

http://ideassingeneroideasdetodaindole.blogspot.com/

Creo que se debe cuidar de aportar al imaginario de un lesbianismo “esencialmente” más cerca que lejos del feminismo. Si bien, es cierto, que la lesbiana rompe con el modelo de subordinación que más reconocemos; no rompe –producto del ejercicio permanente de poder de la masculinidad patriarcal- con las nuevas recreaciones que impulsa (el patriarcado) y que han servido pa facilitar su reproducción. En ese sentido afirmo la influencia del contexto en las prácticas humanas y no dudo en plantear que existe un lesbianismo hétero supeditado a los mandatos del sentido común (así también maricas, travestis, queer que también lo son). Lo anterior cobija la idea de que la heterosexualidad no es sólo una práctica sexual, sino que es un mecanismo de dominación- como implícitamente advierte Beatriz-y que el lesbianismo como práctica política se ha visto inhibido por sus impactos. Feminista y lesbiana no son lo mismo dice Bea. Yo me cuelgo de esa afirmación, porque lo que hace es abrir espacio al debate de la relación feminista/mujer/lesbiana. Allí me detengo.


La heterosexualidad es una institución, un régimen político. Afirma las relaciones económicas, sociales, políticas que entroncan un cuerpo “masculino” con uno “femenino”. La heterosexualidad es una manera de pensar, es una ideología que rige los comportamientos, es la herramienta de reproducción del poder patriarcal y ordena el mundo a través del comportamiento cultural de las categorías hombre/mujer. Una mujer heterosexual, planteo, no es una mujer feminista, pues es producto de este pensamiento. Una mujer feminista transgrede la comprensión de la heterosexualidad como una mera práctica sexual y denuncia sus impactos. Una feminista, de otra forma dicho, no debe ser heterosexual, puede tener prácticas sexuales heterosexuales, pero deben estar desasidas de la supeditación que esta institución implica (lo que es un paso ineludible de nuestra fuga de las lógicas dominantes).


La Bea describe un pensamiento sobre la transgresión del mandato de supeditación económica/afectiva que representan las lesbianas en relación a un hombre. Si bien esta rebelión desestabiliza el ideario político hétero, pensar en los embates del mercado (la lesbiana no inventó el mercado, el mercado inventó a la lesbiana así lo veo por ejemplo con las T.A.T.U); en el modelo clasista The L world (todas regias, estilizadas, deseables); en el uso farandulezco de la sujeta lesbiana que se ha ido acrecentando (la noticia sobre el lesbianismo de Marlén Olivari en RS fue de lo más leído); en la defensa liberal de la noción de matrimonio (forjada en la defensa de un patrimonio al que no acceden las mujeres , ni las lesbianas del mismo modo que los varones); en la violencia que existe en las relaciones lésbicas (pienso incluso en la práctica política que aplica la metodología del silencio como una expresión de la violencia, pues lo que no se nombra no existe) entre otras, alertan sobre procesos de heterosexualización que minimizan los impactos de la transgresión de vivir por y para una misma. Una lesbiana también puede ser heterosexual y reproducir radicalmente ese régimen aunque no tenga sexo con un varón. El otro día leí una entrevista a una lesbiana que se autodefinía como “femme” que realiza fiestas que se llaman mundos o vidas paralelas –algo así-¡me apenó la entrevista! que es un gran ejemplo pa lo que indico. Una lesbiana heterosexual no es una lesbiana feminista. La lesbiana –al igual que la mujer- no es feminista si no cuestiona y actúa en contra de esta institucionalidad.



¿Cuando se habla de feminista en quién estamos pensando? Si sigo lo de los párrafos anteriores diría en una mujer o lesbiana que no son heterosexuales, pues esto exige la reflexión y el cuestionamiento de la opresión expresada por la heterosexualidad. Dicho pensamiento ha naturalizado tantas posiciones, que no es malo recordar la denuncia que el lesbofeminismo dejó caer sobre un feminismo que no era capaz de pensarse fuera de los marcos interpretativos de la heterosexualidad. Aunque Julieta Kirwood nos diga “el feminismo soy yo”, me pasa que en el ejercicio de nombrar feminista se me aparecen categorías dominantes: héteros, blancas, clase media, urbanas. Puede ser mi problema, pero la existencia de un feminismo hegemónico, habla de una lógica política de dominación institucional hétero. ¿Cuán hegemónica soy?, es algo que verdaderamente me preocupa…Vale decir que no son pocas las voces que han informado y reflexionado sobre la relación compleja entre lesbofeminismo y feminismo de la mujer heterosexual (si el feminismo es de mujer heterosexual, entonces es feminismo heterosexual)


Una feminista puede construirse como lesbiana o mujer. Ambas se asumen como potencia transformadora, ambas transforman si se desvisten del ropaje heterosexual. Asumo que si la influencia del contexto las paraliza - aunque suene angosto- estamos al frente del triunfo del pensamiento heterosexual. Una mujer feminista asume ser lesbiana estratégicamente; lo mismo la lesbiana. El feminismo releva nuestras diferencias e intersecta nuestras prácticas, múltiples y diferenciadas opresiones en pro de la desestabilización radical de la masculinidad. Probablemente sentir que se ama a las mujeres facilite un paso adelante en la transformación cultural, pero si esto no va aparejado con una práctica feministamente reflexiva, probablemente haya incluso una mayor posibilidad de fortalecer el ideario dominante en vez de desarmarlo. Pa no latear más y seguir ampliando hacia otros tantos temas (siempre con una tónica introductoria) lo que me propuse en un inicio, es sugerente pensar en qué nos está haciendo heterosexuales y que nos construye como lesbianas o como mujeres feministas. Podría pensar en que ser feminista nos iguala del todo pa lo cual desechar la categoría lesbiana y mujer sería viable, sin embargo, la cosa no es tan simple...Le seguiré dando unaS vueltas.


Gracias Bea por tu escrito!.

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