Por Chris Somerville
Tomado del fanzine APOYO a la venta en el Bazar de las Diosas o por internet http://www.dorisdorisdoris.com/zinecatag.html.
Durante los últimos años he leído muchos zines[i] escritos por personas que habían sobrevivido abuso sexual. Nadie mencionaba información comprensiva ni daba consejos de estrategias sobre los problemas específicos que encontramos cuando queremos ser sexuales. Para mi, fue mi experiencia propia con mi sexualidad, dentro y fuera del contexto de una relación sexual con otra persona, que primero me ayudo a entender que yo había pasado por un trauma sexual a edad temprana. Después de tres años de no tener sexo y trece años de intentar olvidarme de lo que había pasado, empecé a tener sexo otra vez. Allí es cuando mi realidad se me deshizo. El sexo borro la ilusión que había inventado mi mente para protegerme. Fue sexo, en manera pervertida, que me había hecho daño para empezar. Entre en terror, retomando mi sexualidad mientras mis traumas regresaron, me empecé a dar cuenta que el sexo podría ser integro para mi proceso de sanación.
He conocido a personas que han sobrevivido abuso sexual que tienen miedo hasta de pensar en el sexo. He conocido sobrevivientes que tienen sexo constantemente con quien sea. Uno se lastima de las dos maneras. La sexualidad es parte de la experiencia humana. Necesitamos ser tocados es parte de ser animal. La intimidad de que somos capaces cuando nos abrimos y nos volvemos vulnerables nos alimenta hasta el alma. Nos conecta el cuerpo, nos ayuda a descubrir sentimientos que ni siquiera sabíamos que podíamos alcanzar, nos conecta al momento presente (¿Qué nos mantiene presente en el momento más que un orgasmo?).
Por eso creo que el sexo es una de las maneras más eficaces para sanar del abuso sexual. Te acuestas desnudo con alguien, con tigo mismo, a veces hasta entras el cuerpo de otra persona, o dejas entrar a otra persona en tu cuerpo. ¿No es hermoso? Es una de las experiencias mas poderosas que podemos tener, y por eso te puede afectar tanto.
Quiero poder tratar con esto, no lo quiero seguir evitando, no lo quiero seguir evitando, viviendo con miedo por cómo me han lastimado. Nadie lo sabe hacer aun. No podemos contar con la cultura que nos ha criado para darnos un ejemplo positivo de la sexualidad. Y no podemos esperar que alguien más venga a decirnos cómo hacerlo. Nuestro mejor recurso que tenemos es a nosotros mismos. Tenemos que hablar, con nuestros amigos, a los que nos apoyan, a nuestros consejeros, nuestras parejas, sobre como tenerle cuidado al sexo. Y no podemos dejarnos vencer por nuestro miedo al sexo.
Vamos a establecer algo. Primero, no tengo ningún entrenamiento ni soy experto en estos asuntos. Lo único que tengo para comprobar lo que digo son mis propias experiencias como una persona que ha sobrevivido abuso sexual y sigue activo sexualmente. Cuando yo me refiero a personas que han “sobrevivido” (e insisto en usar ese término), estoy hablando de alguien que en algún momento ha pasado por un trauma sexual. No importa que recuerdas ni que paso, si tu piensas que esta ha sido tu experiencia, eres alguien que sobrevivió. Lo que he escrito es para ti , y tambien para tu pareja. Con la palabra pareja no me refiero solamente a una relación seria, sino a cualquier persona con quien tienes sexo.
Yo soy un hombre queer (no heterosexual) que ha sobrevivido abuso sexual. La pareja que me ha apoyado durante los últimos dos años y medio es una mujer. El lenguaje y las palabras que utilizo para hablar sobre este tema fueron escogidas a propósito, y reflejan mis experiencias en cuanto al género. OK, vamos
[i] Fanzine: Revista artesanal, muy comunes en el movimiento Riot Grrrrl
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