Traducción Beatriz Sotomayor
Click (publicado el 2010) es una compilación de ensayos de feministas hombres y mujeres que relatan el momento “AJA” en que se dieron cuenta de que eran feministas, el resultado es fascinante
Acá incluyo parte del ensayo de Jennifer Baumgardner, nacida en 1970 activista de la tercera ola en USA.
La familia de Jennifer aunque muy tradicional en su estabilidad, sostenía ideas muy progresistas, y las discusiones sobre el aborto y los derechos de Gays y Lesbianas, eran parte de la sobremesa.
Jennifer de nueve años amaba a su Barbie Malibu y la casa en la playa de Barbie y el auto de Barbie, y la ropa de Barbie, y con la hija de una vecina (con Barbie propia), jugaban a ser grandes a través de estas conocidas muñecas. La Barbie de Jennifer era una estudiante universitaria, bicuriosa (son los años de experimentación), y a la vez tenía un romance con Ken, y como corresponde a una juventud aventurera y tumultuosa… bueno las cosas se salieron de control, y Barbie tuvo que hacerse un aborto, pues la Barbie de Jennifer consideraba que tenía derecho a controlar su cuerpo y su reproducción.
Para Jennifer el feminismo era algo muy presente en su vida cotidiana, pero a la vez era el pasado, eran las conquistas de la generación de su madre y de la generación de su abuela y lamentaba habérselas perdido.
Desde su punto de vista la furia de la 2ª ola del feminismo tenía que ver con el contexto en que se desarrollo, en ese entonces el aborto y la anticoncepción eran ilegales, la población negra no tenía derechos de ciudadanía. Ser Gay o Trans significaba vivir en el ridículo constante y enfrentadx al prejuicio. Las mujeres entonces eran “rehenes” de la esperma, además la educación que recibían no podía materializarse en trabajos significativos.
Las personas protestaron por su opresión y exclusión, patearon las puertas y demandaron entrar.
“Pero hoy en día la exclusión no es la opresión primaria. El activismo actual es más sutil, interseccional, individual, y sensitivo. Requiere escuchar tanto como, o más, que hablar. Es el activismo de habitar un espacio una vez que se ha abierto la puerta a patadas, entibiando la fría atmosfera, creando la infraestructura para un ambiente social saludable”.
Ahora doy clases y conferencias por todo el país. He visitado más de 250 escuelas, y en cada una existe la ansiedad de que los estudiantes de ahora son demasiado apáticos, que no están lo suficientemente enojados por las guerras, el derecho al aborto, el capitalismo. Cuando estaba en la universidad sentía esa ansiedad y dije lo mismo acerca de mi generación – No hay suficiente rabia – una comparación directa con los ´60s. Pero me he dado cuenta de que el trabajo de cada generación es hacer sentido de su propia época – entender que es lo que se necesita ahora, cuando algunos aspectos de la opresión no son tan evidentes.
Reconozco que estoy viviendo una vida que es lejos más libre socialmente y empoderada que la que mi madre pudo haber imaginado cuando tenía mi edad. Quiero agradecerle a ella y a su generación por el trabajo que han hecho, pero más importante para mi es ahora comprometerme a habitar los espacios que ayudaron a abrir, y no continuar pateando la puerta que sigue cerrada.
Identificar la distinción entre el feminismo de mi generación y el de la 2ª ola fue un paso critico para ver qué es lo que realmente une a las épocas, generaciones, olas (como quieras llamarlas) y ES LA RELACION CON UNA ALIADA lo que te ayuda a habitar tu feminismo. Las mujeres de los 60´s y 70´s conversaban sobre la mesa de la cocina, mantenían reuniones de autoconciencia, formaron grupos incontables, pero lo principal que hicieron fue reflejar las unas en las otras sus experiencias, y declararlas, no solo validas, sino que políticas.
Hola. Directo al grano. Quisiera saber si tienen alguna actividad en relación a la prevención de la violencia/femicidio, o si conocen alguna organización que lo esté haciendo. Por favor me pudieren enviar un mail a elisa.nova@gmail.com . Se los agradecería demasiado.
ResponderEliminarEstoy bastante de acuerdo con lo que planteas, sobre todo con la pasividad de la gente joven. Yo tengo 48 años y creo que alguna reponsabilidad tengo sobre la vida que le he dado a mi hijo que tiene 19. Creo que hay que entender desde sus contextos, criticar no sirve nada más que para alejar.además me sumop al agradecimiento a las mujeres que nos han precedido, las cercanas como mi madre, y las activistas.
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