jueves, 27 de enero de 2011

¿Ser Víctima o No?



Por Carina Blomqvist

Víctima.
(Del lat. vĭctima).
1. f. Persona o animal sacrificado o destinado al sacrificio.
2. f. Persona que se expone u ofrece a un grave riesgo en obsequio de otra.
3. f. Persona que padece daño por culpa ajena o por causa fortuita.
4. f. Persona que muere por culpa ajena o por accidente fortuito.
Fuente: Real Academia Española

Viendo lo común que es la violencia sexualizada, quizás cada mujer este obligada a examinar su propia explotación. Hoy en día, muchas mujeres sienten un gran rechazo a verse a si mismas como ”víctimas” de la violencia sexualizada. En parte, creo que este rechazo parte con como es interpretada la palabra.



Cuando la clase obrera creció en Europa durante los años 1800, era obvio ponerse en una posición de víctima. El hecho de ser explotado era la razón fundamental para protestar en contra de la represión. Pero durante los 1900 y el nacimiento del individualismo, mucha de esa conciencia desapareció. El ser víctima de algo ya no era fruto de la represión o impulsora de una lucha de resistencia, sino que se convertió en una expresión significando que tu eres un fracaso como persona.

Y claro, en una sociedad donde la vulnerabilidad es despreciada, nadie se quiere reconocer como se interpreta la palabra víctima hoy en día; débil, desamparado, vulnerable, pequeño e impotente.

Gunilla Nordenfors escribe en su libro que puede entender de que, por el momento se siente mejor decir que yo no soy una víctima, porque infunde una sensación de que yo misma tengo el control sobre mi vida. Pero si no podemos reconocer que somos víctimas de violación, violencia, acoso, discriminación en el trabajo y muchos otros tipos de represión, tampoco vamos a poder hacer nada al respecto1. Creo que debemos retomar la palabra de los que quieren acallar nuestra lucha! No existe una oposición entre siendo una mujer víctima de algo/alguien y siendo una mujer fuerte y luchadora. Al contrario. Los que nunca tuvieron que luchar un día en su vida, que navegan por la vida sin ningún problema, ellos no tienen que ser fuertes ni luchar. Somos nosotras – las víctimas – que somos las fuertes y valientes!



Vivir en una sociedad machista, donde las mujeres somos reprimidas, trae consigo que las mujeres somos ”víctimas” por nuestro sexo. El hecho de ser mujer implica que hombres van a tener poder sobre mi en muchas situaciones. Somos víctimas de una represión. Pero esto no significa que somos víctimas indefensas. Resistimos hasta en los momentos más dificiles, hasta cuando estamos siendo expuestas a violencia de la forma más brutal. Estudios y relatos de mujeres muestran de que las mujeres tienen estrategias de resistencia, por ejemplo el decir que no, luchar fisicamente, tratar de evitar el agresor y/o fingir enfermedad, escribe la sociologa inglesa Liz Kelly2. Son estrategias para sobrevivir. O sea, que yo sea reprimida y explotada, no significa que acepte la respresión. Simplemente trato de sobrevivir en una sociedad hecha por hombres, para hombres.



Creo que es importante que discutamos sobre el término víctima. Porque yo creo que aunque sea dificil, debemos reconocernos como tales para poder luchar de forma más eficiente en contra del machismo. Quiero poder decirle una mujer que quizás todavía no se de cuenta del machismo: ”Despierta, estás siendo discriminada!” O sea, estás siendo víctima de discriminación. O ”que te hagan comentarios sobre tu cuerpo no es normal, es parte de la represión de la cual somos víctimas”. ETC! Dándonos cuenta de que somos víctimas de una represión machista, podemos hacer muchos más. No le tengamos miedo a una palabra que fue robada y deformada. Retomemos la palabra, retomemos la conciencia para que nunca callen nuestra lucha!

[1]Agneta Lundström, Gunilla Nordenfors, Gerda Christenson & Maggi Wikström: Tystnaden är bruten-Ta ansvar! ROKS, 2001
[2]Liz Kelly, Sheila Burton & Linda Reagan: Sexuella övergrepp mot kvinnor & flickor, ROKS 1997

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