Por Sara Robinson
Este
articulo revisa la actualidad en USA, que es la pelea para que los seguros de
salud de lxs trabajadorxs cubran los anticonceptivos, incluso aquellxs que
trabajan para organizaciones religiosas
(un dato: los seguros ya cubren el viagra). Los congresistas republicanos
y obispos conservadores califican esto como un atentado a la libertad religiosa
comparable al nazismo en Alemania. Pero lo interesante de este articulo es que
revisa la historia a largo plazo de la anticoncepción y explica como la anticoncepción
es una invención tan revolucionaria como lo ha sido la rueda.
Obispos conservadores y congresistas (en USA) están luchando en una
acción de retaguardia contra uno de
los cambios más revolucionarios en la
historia de la humanidad.
15 de Febrero 2012
¿Qué está pasando en el Congreso esta semana, donde el republicano Darrell Issa
(R-CA) prohíbe a cualquier
mujer testificar en sus audiencias de "libertad
religiosa", y esto es tan familiar y predecible que apenas cuenta como
noticia . Lo único sorprendente de esto
es el año: acaso no todxs sinceramente pensamos que para el 2012
la anticoncepción ya no sería tema,
y que el Congreso no cometería el error de dejar a las mujeres fuera de las conversaciones
como ésta?
Sí, lo hicimos. Y el hecho de que nos equivocamos
apunta a una tendencia más profunda, una que necesita un contexto histórico de
largo plazo para realmente entender lo que está pasando. Me explico.
Cuando la gente mire hacia atrás el siglo 20, desde el punto de vista de 500 años en el futuro, se acordarán de la década de 1900 por tres grandes cosas.
Uno de ellos es el circuito integrado, y (más
importante) la Internet y la revolución de la información que hizo posible.
Cuando nuestrxs descendientes miren hacia el
pasado, es probable que vean esto como una disrupción a todo nivel, y en todos
los sectores en la escala de la imprenta - pero aún más pues lo abarca todo.
(Googleé "singularidad" para darse cuenta de los escenarios en que
será dramático.)
La segunda fue la llegada a la Luna, un hito fundamental en toda la historia humana que nuestros nietxs viajeros galácticos de cinco siglos en el futuro bien pueden ver de la misma manera que nosotrxs vemos la primera circunnavegación de Magallanes al mundo.
Pero la tercera es la silenciosa,
una que nunca he visto salir en la lista de Innovaciones
Que Cambiaron El Mundo, pero que importa
tal vez más profundamente que ninguna de las cosas más obvias que por lo general vienen a la mente. Y es la disponibilidad en masa de la anticoncepción con casi un 100% de
efectividad. Lejos de ser un mero
evento relevante de 500 años, tal vez tengamos que volver a la invención de la rueda o al descubrimiento del fuego para encontrar
algo que es tan totalmente disruptivo a
la forma en que lxs seres humanxs han vivido durante toda nuestra historia
recordada.
Hasta el condón, el diafragma, la píldora, el DIU
(la T), y todas las variantes posteriores de control de la fertilidad hormonal
llegaron, la anatomía era en realidad destino - y todas las sociedades del
mundo estaban organizadas en torno a este hecho central. Las mujeres nacían
para tener hijos; no tenían otras opciones de vida. Con unas pocas excepciones
rebeldes o bien nacidas (y unas pocas culturas atípicas que de alguna manera
encontraron el camino a una mayor igualdad de condiciones), la gran mayoría de
las mujeres que han vivido en este planeta estuvieron atadas a la casa,
dependientes de los hombres, y sujetas a todo tipo de restricciones religiosas
y culturales destinadas a garantizar que diera a luz a los niños correctos del
hombre correcto en el momento adecuado - incluso si eso significaba
efectivamente encarcelarlas en su casa.
Nuestra biología nos reducía a una especie de mueble, con sujeción a restricciones relacionadas más a la ley de propiedad que a leyes más basadas?en
derechos que se aplicaban a los
hombres. Aprender a leer y
escribir o dominar un oficio
o participar en la vida pública no era insólito, pero a
diferencia de los hombres, las
mujeres del mundo siempre han tenido que adaptar estos extras, en torno a su
deber primordial con sus hijxs y su esposo - y por
lo general han pagado un precio
muy alto si se ha pensado que esos deberes estaban siendo desatendidos.
Los
hombres, en cambio, prosperaron. Fue fantástico para sus egos, el superar de forma automática a la mitad de la población del mundo, y eso
fue sólo el comienzo. Tenían control económico y social total sobre nuestros
cuerpos, nuestro trabajo, nuestros afectos y nuestro futuro. Inventaron las
reglas, el nombre de los dioses que adoraríamos, y dictaban las condiciones
bajo las que viviríamos. En la mayoría de las culturas, tenían el derecho a
sexo en demanda dentro del matrimonio, y
también tenían el derecho de romper sus votos matrimoniales con total impunidad
- un lujo que a las mujeres les significaba el destierro o el asesinato.
Mientras que el embarazo siguiera siendo el hecho definitorio de nuestras
vidas, ellos podían dirigir todo el
espectáculo. El mundo era su fiesta, y la pasaron fabulosamente.
Miles
de generaciones de hombres y mujeres han vivido bajo alguna variante de este
orden - algunas variaciones más benévolas, algunas más brutales, pero todas
bastante similares en forma e intención -en todo tiempo y lugar, que se
remontan hasta donde nuestra memoria del tiempo termina. Mírelo de esta manera,
y obtendrá una perspectiva sorprendente de cómo cambio el mundo en el lapso de
unas pocas décadas en la mitad del siglo 20, todos los que de repente se acabó.
Por primera vez en la historia humana, las nuevas tecnologías hicieron de la
fertilidad una elección consciente para un número cada vez mayor de
mujeres en el planeta. Y esto, a su vez,
cambia todo lo demás.
Con
esta elección esencial llego la posibilidad, por primera vez, de realizar una
amplia gama de otras opciones para nosotras mismas, que simplemente nunca
estuvieron antes a nuestro alcance. Podíamos optar por retrasar la maternidad y
limitar el número de hijos que criaríamos y esto, a su vez, libero tiempo y
energía para explorar el mundo más allá de la casa. Pudimos negarnos a casarnos
y tener hijos, y llevar a cabo nuestras otras pasiones en su lugar. La
anticoncepción fue la única llave
necesaria para abrir la puerta al nuevo universo de actividades que siempre
habían sido celosamente monopolizadas por los hombres - la educación, los
oficios, las artes, el gobierno, los viajes, el liderazgo espiritual y
cultural, e incluso (eventualmente) la guerra.
Solo
ese hecho, ese cambio tecnológico, ahora sacude los cimientos de todas las
culturas del planeta - y las seguirá sacudiendo por un tiempo muy largo. Con el
tiempo, traerá una voz más fuerte y orgullosa de mujer en la gestión de los
asuntos del mundo en todos los niveles, la creación de nuevas conversaciones y
de nuevas prioridades en las áreas donde los hombres hace tiempo pensaba que
las cosas se solucionaron y situaron. Ha cambiado nuestra comprensión de lo que
el sexo es, y cuándo y con quién lo podemos tener – un cambio que ha creado
nuevas fronteras para la gente gay también. Muy posiblemente probará ser el
avance más importante para la supervivencia de la raza humana, y la viabilidad
futura del planeta.
Pero
quizás lo más crítico para nosotros ahora mismo: un método anticonceptivo
eficaz, que es producido masivamente y es asequible ha destrozado los contratos
sociales antiquísimos entre hombres y mujeres, y está obligandonos a todxs
nosotrxs (dispuestxs o no) a una completa renegociación de contratos sociales.
Y,
francamente, mientras que algunos hombres han abrazado este nueva orden, tal
vez viendo en él la posibilidad de abrir algunas nuevas opciones interesantes
para ellos, también - una mayoría global está cada vez más confusa, enfurecida,
y aterrorizada por esto. Nunca quisieron estar en esta mesa en primer lugar, y
están furiosos de verse obligados a tener esta conversación en absoluto.
Esto nunca estuvo
destinado a suceder. Nunca debería haber ocurrido. Y están haciendo todo lo
posible para ponerle fin a todo esto,
ahora mismo, y hacer que se vaya lejos.
Es
esa rabia que está conduciendo a los obispos católicos en una pelea frenética
contra la anticoncepción - a pesar de la posibilidad muy real de que esta lucha
podría, en última instancia, dañar su iglesia aún más fatalmente que los
escándalos de abuso sexual. Como los
guardianes de una empresa de dos milenios
- una de las más antiguas organizaciones que operan de forma continua en
el planeta, de hecho – tienen un punto de vista muy amplio. Y saben, mejor que
la mayoría de nosotrxs, cuan único y sin precedentes este desarrollo ha sido en
la historia, y la grave amenaza que representa para todo lo que su iglesia
defiende desde la antigüedad. (Incluso, en gran medida, la doctrina más
reciente infalibilidad papal.)
Ese
mismo pánico desesperado por la pérdida del antiguo trato también se encuentra
que el núcleo de la erupción en todo el mundo de las religiones
fundamentalistas. Las economías industriales modernas han socavado la autoridad
de los hombres, tanto en la esfera pública y en los ámbitos privados, y ya que
están limitados en cuanto pueden desafiar el mundo exterior, han convertido los cuerpos de las mujeres en
el campo de batalla simbólico en el que sus inquietudes se expresan. Taladre en
el centro más profundo de cualquiera de estos movimientos, y usted
encontrará hombres que están
experimentando este cambio como una especie de aniquilación personal, una
pérdida de identidad masculina tan profunda que es, literalmente, interpretada
como el fin del mundo (la primera regla de la comprensión de los movimientos
apocalípticos es la siguiente: Si alguien te dice que el mundo se acaba,
creares, porque para ellos, probablemente, esté acabando).
Están, por encima
de todo, desesperados por volver a tener a sus mujeres bajo un control firme. Y
en sus mentes, las cosas no estarán nuevamente bien hasta que estén seguros de
que las niñas están encerradas, incluso más fuertemente que antes, por lo que
nunca, nunca podran escapar así de nuevo.
Si
usted es una mujer en edad fértil en los EE.UU., usted ha tenido acceso a
anticoncepción eficaz toda su vida fértil, y hay muchas posibilidades de que su
madre y su abuela también. Si usted es un hombre heterosexual de casi cualquier
edad, es muy probable que también haya disfrutado de una vida de oportunidades para
la y variedad apertura sexual que sus abuelos probablemente no podría haber
imaginado - también gracias a la anticoncepción de calidad. Desde nuestras
perspectivas personales individuales, se siente como que hemos tenido este
derecho, y esta tecnología desde siempre. La damos tan por sentado que
simplemente no podemos imaginar que alguna vez podría desaparecer. Lo cual
conduce a una dulce complacencia: el control de la natalidad es algo que
siempre ha estado ahí para nosotros, y estamos más bien sorprendidxs de que
nadie pueda encontrar polémica suficiente para una pelea más sobre el tema.
Pero si somos sabixs, nos mantendremos alertas a la
perspectiva a largo plazo, porque no dude usted que esos hombres enojados lo
están. La dura realidad es la siguiente: Han pasado tan sólo 50 años de una
revolución, a la que que en última instancia le puede tomar dos o tres siglos
trabajar por completo su camino a través de las muchas culturas y religiones
del mundo. (Para poner esto en perspectiva: Pasaron 300 años desde la imprenta
de Guttenberg a los re-alineamientos científicos e intelectuales de la
Ilustración y a las revoluciones francesa y americana que solo fueron posibles
gracias a esos desarrollos previos. Nuestrxs nietxs y bisnietxs, con toda
probabilidad, seguirán trabajando en los detalles de estos nuevos acuerdos de
género dentro de un siglo. Y puede ser un siglo después de que antes de que sus
nietos realmente puede empezar a dar esto por sentado.
Esto suena desalentador, aunque no quiero decir que lo sea.
Lo que sí quiero es para aquellxs de nosotrxs, hombres y mujeres, cuyas vidas
han sido transformadas para mejor en este nuevo orden post-píldora es que
empiecen a pensar en plazos más largos. El privilegio masculino ha estado con
nosotrxs durante - ¿Cuánto tiempo? ¿Diez mil años? ¿Cien mil? La
anticoncepción, en un abrir y cerrar de ojos en términos históricos, derrocó la
razón principal que justificaba todo el sistema. Y ahora, cada aspecto de la
sociedad humana está corriendo desesperadamente para ponerse al día con este
hecho sorprendente. Todo tendrá que cambiar en respuesta - las familias,
negocios, religión, política, economía ... todo.
Estamos en este proceso de ponernos al día. Mientras
tanto, no debería sorprendernos que nos confronten grandes grupos bien
organizados de hombres (y sus mujeres lacayas, que son legión) usando sus
vastos recursos para llevar hasta el último de los demonios liberados por la
anticoncepción de vuelta a la caja de Pandora. Y tenemos que aceptar y prepararnos
para la posibilidad de que gran parte de la historia de este siglo, cuando se
escriba finalmente, será la historia de las luchas de nuestrxs hijxs contra los
poderes organizados que tengan la intención de quitarnos los medios de nuestra
liberación, y retroceder el reloj a como las cosas solían ser.
Lo que hemos
aprendido en las últimas semanas es lo siguiente: la lucha por la
anticoncepción no sólo no se ha terminado - ni siquiera ha comenzado todavía.
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