domingo, 3 de marzo de 2013

Lucro y Acceso a la Salud: “No suena como si tuviera problemas para respirar”


Por Beatriz Sotomayor

Parto y termino con la la moraleja, por si se aburren de leer que les quede lo importante:

En fin, la epifanía que tuve gracias a Help fue la siguiente: el tema de la salud pública no es un tema SOLO de quienes no pueden pagar con quienes todxs deberíamos solidarizarnos por un tema de decencia mínima y empatía. Es un tema de todxs, puesto que si permitimos que la salud pública sea tan mínima que dé terror tener que estar en la situación de necesitarla. La salud privada por defecto tendrá unos estándares demasiado mínimos de atención, pues será monopólica, es decir: “¿No le gusta? Jodase” y nos va a joder a todxs cuando estemos especialmente vulnerables.

He estado mal y me siento mal, la rabia que me quedo en el cuerpo después de una experiencia profundamente desagradable con un servicio de salud privado me dejo cansada, y llena de cuestionamientos éticos propios y ajenos, pues si bien yo quede afectada, sé que la mayoría de lxs chilenxs la tiene mucho peor.

La historia: El Lunes 25, llamé a Help-Servicio de Ambulancias, mi mamá lo había contratado el día anterior para mi hermana quien tiene una pésima salud, y estaba teniendo ataques de dolor en el pecho, el brazo izquierdo, y el cuello (donde se toma el pulso) desde hace unos días, y con desfallecimientos, descubrimos que si se la refrescaba se bajaba la severidad de los ataques (posteriormente se descubrió la causa: Intolerancia a la lactosa). Un tema era: ¿que hace ella si esta sola? Y por eso se contrato a Help precisamente para que ella pudiera llamarles de estar sola, y se sintiera mal.  

El Lunes mi hermana tuvo otro ataque,  y llamo a Help, con toda la idea era promover la autonomía le pase el teléfono para que ella llamara, y este “servicio” se las arreglo para convertir una situación mala en una situación horrible.

Mi hermana se comunico con una “Doctora” de apellido Scheler (así sonaba), y bueno yo veía como mi hermana se iba debilitando y se veía abrumada por la conversación y por los fuertes dolores y la sensación de presión en el pecho que sentía, decidí tomar el teléfono.

Antes de describir la conversación, me gustaría expresar la sensación que yo tuve durante el transcurso de está, asumo que quienes me leen han visto algún capitulo de “La Ley y El Orden”, bueno en la segunda parte de cada capitulo, el o la acusada están en el juicio jurando su inocencia, y el o la fiscal piden al juez(a) “permiso para tratar al/a testigo como hostil” y le tiran toda la caballería encima, pues bien, yo con mi hermana en crisis fui tratada como “testigo hostil” por la mentada “Doctora” Scheler.

La matasanos me hacia preguntas sobre los medicamentos y enfermedades que mi hermana tenia con un tono de suspicacia tremendo, y al principio de la conversación señala “Ella no suena como que tiene problemas para respirar”, mientras yo veía a mi hermana con la lengua afuera, otra joya de la indiferencia medica fue “tiene 29 años, es imposible”. En vez de recibir ayuda, tuve que dedicar mi tiempo a convencer a la matasanos Scheler de que necesitábamos ´de verdad´ el servicio, y que no, no estábamos inventando.

La matasanos Scheler me pedía datos que yo no manejo y yo no podía contestar porque mi hermana (quien sabia), estaba semi-inconsciente, en un momento le digo a la “Doctora” Scheler, “no se, es que no me contesta, es que esta medio desmayada” y la “Doctora” Scheler responde con un tono de triunfo y una arrogancia cruel señala “medio desmayada no existe”. En fin, en vez de obtener ayuda, tuve que tratar de convencer a la “Doctora” Scheler de que era una emergencia. Al parecer el uso del español de la “Doctora” Scheler es tan limitado que solo entiende términos médicos, traduzco, medio desmayada: desorientada, adolorida, con dificultad para pensar y concentrarse.

Finalmente, iban a mandar un móvil, pero en por lo menos una hora (tiempo más que suficiente para morir ahogada).

Durante esa hora yo volví a llamar varias veces, en ese grite, amenacé (cartas a los diarios -eso lo hice, más carteles, manifestación, etc.).

Finalmente, a la hora llame, nuevamente, para ver cuando venia el móvil y me dicen que lo desviaron a una emergencia vital y que no saben cuando vendrá otro. Cancelamos el servicio, y buscamos ayuda en otra parte.  El estrés, la futilidad, el maltrato y la perdida de tiempo que significo llamar  a Help son indefendibles. Al parecer el negocio consiste en tratar de convencer al cliente/a de que es un/a hipocondriaco/a, y usar cualquier artilugio para no dar el servicio. ES UNA ESTAFA.

Ese mismo día en la noche, busque en Google “help reclamos” para dejar un reclamo por escrito (deje varios por teléfono), y no encontré el link en help, pero Google me condujo a una excelente pagina www.reclamos.cl donde pude ver que yo me quejaba de puro llena (o sea, mi hermana ni siquiera falleció, deberia estar agradecida). Vean la pertubadora lista de reclamos de Help aquí.

Todo este drama me hizo cuestionarme a mi misma sobre lo que yo consideraba adecuado e inadecuado en el acceso a la salud, yo tengo buena salud, me enfermo a veces, pero mis problemas de salud siempre han sido transparentes y nunca he tenido la experiencia de no tener diagnostico y tratamiento con la primera consulta a cualquier medica/o, sé que para muchas y muchos no es así. Mi hermana es distinta, ella ha tenido la experiencia “Dr. House” y ha sido hospitalizada numerosas veces y muchas veces vuelve a la casa con un “diagnostico tentativo” con suerte, después de sus aventuras medicas, según ella, esto de no tener diagnostico es trágico. 

Yo se que si mi familia no pudiera pagar salud privada, mi hermana estaría hace tiempo en el patio de lxs calladxs (y eso no me hacia demasiado ruido). A lxs sanxs no les suele hacer ruido.

Sobre la salud pública, creo, personalmente, que la clase media le tiene miedo (como a la educación pública) y creo que el imaginario es “un campo de refugiadxs” donde hay que rogar para recibir una aspirina. 

Está experiencia de rogar fue curiosamente la que tuve con Help y que me pareció tan violenta (y grité por teléfono con una rabia visceral ¨somos clientes y Uds. son ladrones!!!!!¨). Repito, no hay una concepción de derechos sobre la salud, especialmente entre la clase media, es un servicio que se paga, y a pesar de que tengo concepción de derechos, mi privilegio como persona sana y con acceso a medios económicos para acceder a servicios de salud me tenia absolutamente ciega a esta intolerable injusticia. Y creo que es precisamente eso, que le nieguen a mi hermana atención de salud en una emergencia y que esta atención ¨ya pagada¨ haya sido negada, me abrió los ojos.

Si no es por mi privilegio de persona sana (especialmente), no entiendo como no me planteé de verdad la seriedad de la falta de acceso a la salud de la mayoria de lxs chilenos, y eso que leí el informe de la comunidad Mapuche al Comité Contra Todas Las Formas de Discriminación Hacia La Mujer donde se relatan los horrores de la falta de acceso a la salud (entre otros horrores). Aquí un extracto:

“Yo creo que nosotros no tenemos derechos para el Estado, porque tuviéramos derechos tendríamos buena atención, en el hospital público sobre todo, incluso si uno va a conseguir una ficha le dicen hoy no mañana sí, llega mañana y dicen no, no hay, hay que ir a las cinco de la mañana para conseguir hora para tener una ficha, si usted no alcanzó, no alcanzó, tiene que ir otro día más, al final se puede enterar una semana pidiendo ficha y no te dan, porque eres del campo, yo llevo del 2007 esperando hora por mi vesícula, el 2007, después llegó la hora, el 2009 llegó, para que me tomara la eco, la ecografía, me la tomaron y después de eso me lo perdieron de nuevo, no supieron dónde se metió eso, después el doctor me volvió a pedir hora y me volvieron a tomar eso y llegó el 2010, y esa ecografía la tengo, o sea tres años para tomarme la ecografía y todavía estoy esperando la hora para que me operen, cinco años voy a cumplir, también estoy esperando hora para el oculista, ese no llegó nunca, que no hay hora, no hay...” (J.L., Lof Rankilko Nag).

En fin, la epifanía que tuve gracias a Help fue la siguiente: el tema de la salud pública no es un tema SOLO de quienes no pueden pagar con quienes todxs deberíamos solidarizarnos por un tema de decencia mínima y empatía. Es un tema de todxs, puesto que si permitimos que la salud pública sea tan mínima que dé terror tener que estar en la situación de necesitarla. La salud privada por defecto tendrá unos estándares demasiado mínimos de atención, pues será monopólica, es decir: “¿No le gusta? Jodase” y nos va a joder a todxs cuando estemos especialmente vulnerables.

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