Por Beatriz Sotomayor
Parto y termino con la la moraleja, por si se aburren de leer que les quede lo importante:
En fin, la epifanía que tuve gracias a Help fue la siguiente: el tema de la salud pública no es un tema SOLO de quienes no pueden pagar con quienes todxs deberíamos solidarizarnos por un tema de decencia mínima y empatía. Es un tema de todxs, puesto que si permitimos que la salud pública sea tan mínima que dé terror tener que estar en la situación de necesitarla. La salud privada por defecto tendrá unos estándares demasiado mínimos de atención, pues será monopólica, es decir: “¿No le gusta? Jodase” y nos va a joder a todxs cuando estemos especialmente vulnerables.
He estado mal y
me siento mal, la rabia que me quedo en el cuerpo después de una experiencia profundamente
desagradable con un servicio de salud privado me dejo cansada, y llena de cuestionamientos
éticos propios y ajenos, pues si bien yo quede afectada, sé que la mayoría de
lxs chilenxs la tiene mucho peor.
La historia: El
Lunes 25, llamé a Help-Servicio de Ambulancias, mi mamá lo había contratado el
día anterior para mi hermana quien tiene una pésima salud, y estaba teniendo
ataques de dolor en el pecho, el brazo izquierdo, y el cuello (donde se toma el
pulso) desde hace unos días, y con desfallecimientos, descubrimos que si se la
refrescaba se bajaba la severidad de los ataques (posteriormente se descubrió
la causa: Intolerancia a la lactosa). Un tema era: ¿que hace ella si esta sola?
Y por eso se contrato a Help precisamente para que ella pudiera llamarles de
estar sola, y se sintiera mal.
El Lunes
mi hermana tuvo otro ataque, y llamo a Help, con toda la idea era promover la autonomía le pase el teléfono
para que ella llamara, y este “servicio” se las arreglo para convertir una
situación mala en una situación horrible.
Mi hermana se
comunico con una “Doctora” de apellido Scheler (así sonaba), y bueno yo veía
como mi hermana se iba debilitando y se veía abrumada por la conversación y por
los fuertes dolores y la sensación de presión en el pecho que sentía, decidí
tomar el teléfono.
Antes de
describir la conversación, me gustaría expresar la sensación que yo tuve
durante el transcurso de está, asumo que quienes me leen han visto algún
capitulo de “La Ley y El Orden”, bueno en la segunda parte de cada capitulo, el
o la acusada están en el juicio jurando su inocencia, y el o la fiscal piden al
juez(a) “permiso para tratar al/a testigo como hostil” y le tiran toda la
caballería encima, pues bien, yo con mi hermana en crisis fui tratada como
“testigo hostil” por la mentada “Doctora” Scheler.
La matasanos me hacia preguntas sobre los medicamentos y enfermedades que mi hermana
tenia con un tono de suspicacia tremendo, y al principio de la conversación
señala “Ella no suena como que tiene problemas para respirar”, mientras yo veía a mi hermana con la lengua afuera, otra joya de la
indiferencia medica fue “tiene 29 años, es imposible”. En vez de recibir ayuda, tuve que dedicar mi tiempo a convencer a la matasanos Scheler de que necesitábamos ´de verdad´ el servicio, y que no, no estábamos inventando.
La matasanos Scheler me pedía datos que yo no manejo y yo no podía contestar porque mi
hermana (quien sabia), estaba semi-inconsciente, en un momento le digo a la
“Doctora” Scheler, “no se, es que no me contesta, es que esta medio desmayada”
y la “Doctora” Scheler responde con un tono de triunfo y una arrogancia cruel
señala “medio desmayada no existe”. En fin, en vez de obtener ayuda, tuve que
tratar de convencer a la “Doctora” Scheler de que era una emergencia. Al
parecer el uso del español de la “Doctora” Scheler es tan limitado que solo
entiende términos médicos, traduzco, medio desmayada: desorientada, adolorida,
con dificultad para pensar y concentrarse.
Finalmente, iban
a mandar un móvil, pero en por lo menos una hora (tiempo más que suficiente
para morir ahogada).
Durante esa hora
yo volví a llamar varias veces, en ese grite, amenacé (cartas a los diarios
-eso lo hice, más carteles, manifestación, etc.).
Finalmente, a la
hora llame, nuevamente, para ver cuando venia el móvil y me dicen que lo
desviaron a una emergencia vital y que no saben cuando vendrá otro. Cancelamos
el servicio, y buscamos ayuda en otra parte.
El estrés, la futilidad, el maltrato y la perdida de tiempo que
significo llamar a Help son
indefendibles. Al parecer el negocio consiste en tratar de convencer al cliente/a
de que es un/a hipocondriaco/a, y usar cualquier artilugio para no dar el
servicio. ES UNA ESTAFA.
Ese mismo día en
la noche, busque en Google “help reclamos” para dejar un reclamo por escrito
(deje varios por teléfono), y no encontré el link en help, pero Google me
condujo a una excelente pagina www.reclamos.cl
donde pude ver que yo me quejaba de puro llena (o sea, mi hermana ni siquiera
falleció, deberia estar agradecida). Vean la pertubadora lista de reclamos de Help aquí.
Todo este
drama me hizo cuestionarme a mi misma sobre lo que yo consideraba adecuado e
inadecuado en el acceso a la salud, yo tengo buena salud, me enfermo a veces,
pero mis problemas de salud siempre han sido transparentes y nunca he tenido la
experiencia de no tener diagnostico y tratamiento con la primera consulta a
cualquier medica/o, sé que para muchas y muchos no es así. Mi hermana es
distinta, ella ha tenido la experiencia “Dr. House” y ha sido hospitalizada
numerosas veces y muchas veces vuelve a la casa con un “diagnostico tentativo” con suerte, después
de sus aventuras medicas, según ella, esto de no tener diagnostico es trágico.
Yo se que si mi familia no pudiera pagar salud
privada, mi hermana estaría hace tiempo en el patio de lxs calladxs (y eso no
me hacia demasiado ruido). A lxs sanxs no les suele hacer ruido.
Sobre la salud
pública, creo, personalmente, que la clase media le tiene miedo (como a la
educación pública) y creo que el imaginario es “un campo de refugiadxs” donde
hay que rogar para recibir una aspirina.
Está experiencia de rogar fue
curiosamente la que tuve con Help y que me pareció tan violenta (y grité por teléfono
con una rabia visceral ¨somos clientes y Uds. son ladrones!!!!!¨). Repito, no
hay una concepción de derechos sobre la salud, especialmente entre la clase
media, es un servicio que se paga, y a pesar de que tengo concepción de
derechos, mi privilegio como persona sana y con acceso a medios económicos para
acceder a servicios de salud me tenia absolutamente ciega a esta intolerable
injusticia. Y creo que es precisamente eso, que le nieguen a mi hermana
atención de salud en una emergencia y que esta atención ¨ya pagada¨ haya sido
negada, me abrió los ojos.
Si no es por mi
privilegio de persona sana (especialmente), no entiendo como no me planteé de
verdad la seriedad de la falta de acceso a la salud de la mayoria de lxs
chilenos, y eso que leí el informe de la comunidad Mapuche al Comité Contra
Todas Las Formas de Discriminación Hacia La Mujer donde se relatan los horrores
de la falta de acceso a la salud (entre otros horrores). Aquí un extracto:
“Yo creo que nosotros no tenemos derechos para el Estado, porque tuviéramos derechos tendríamos buena atención, en el hospital público sobre todo, incluso si uno va a conseguir una ficha le dicen hoy no mañana sí, llega mañana y dicen no, no hay, hay que ir a las cinco de la mañana para conseguir hora para tener una ficha, si usted no alcanzó, no alcanzó, tiene que ir otro día más, al final se puede enterar una semana pidiendo ficha y no te dan, porque eres del campo, yo llevo del 2007 esperando hora por mi vesícula, el 2007, después llegó la hora, el 2009 llegó, para que me tomara la eco, la ecografía, me la tomaron y después de eso me lo perdieron de nuevo, no supieron dónde se metió eso, después el doctor me volvió a pedir hora y me volvieron a tomar eso y llegó el 2010, y esa ecografía la tengo, o sea tres años para tomarme la ecografía y todavía estoy esperando la hora para que me operen, cinco años voy a cumplir, también estoy esperando hora para el oculista, ese no llegó nunca, que no hay hora, no hay...” (J.L., Lof Rankilko Nag).
En fin, la epifanía
que tuve gracias a Help fue la siguiente: el tema de la salud pública no es un
tema SOLO de quienes no pueden pagar con quienes todxs deberíamos solidarizarnos
por un tema de decencia mínima y empatía. Es un tema de todxs, puesto que si
permitimos que la salud pública sea tan mínima que dé terror tener que estar en la
situación de necesitarla. La salud privada por defecto tendrá unos estándares demasiado
mínimos de atención, pues será monopólica, es decir: “¿No le gusta? Jodase” y
nos va a joder a todxs cuando estemos especialmente vulnerables.
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