martes, 15 de junio de 2010

STATUS Y AFFIDAMENTO


Por Beatriz Sotomayor


Como feminista que comienza, tengo el dilema de la contracultura, el ahora qué hago???? De la existencia para mi es complejo, dado que me crie patriarcal, y vivo en una cultura idem, imaginarme y encontrar caminos alternativos para vivir es complejo y fundamental a la vez.

Quiero revisar muy parcialmente el tema del status, las mujeres tradicionalmente tenemos status a través del linaje, la apariencia y a través del hombre que nos acompaña, en este sentido quiero retomar el sentido del príncipe azul, como se lo describiría Rapuncel a una amiga cómplice “es entero guapo, hasta el caballo lindo, dulce, bien viajado, inteligente, culto, fuerte, valiente y es hijo de un rey y seremos felices para siempre, y seré reina y tendré joyas, y vestidos y y y… ahhhh me ama ahhhhhhhh(hiperventilada)!!!!!”. No en vano la madre soltera de clase social baja es el núcleo de lo que se llama “la pobreza dura”.

Y los hombres están conscientes de que ellos son fuente de status para nosotras, para citar mi a ratos muy lucida madre que después de separarse y ante mi pregunta sobre si ella planeaba emparejarse de nuevo, me explico en palabras más elegantes lo siguiente: “nica, los hombres de mi edad al emparejarse con mujeres de su misma edad se creen que le hacen a una un gran favor y se comportan como si fueran grandes señores, a los que hay que atender… puedo vivir mejor que eso”.

Mi punto es que fuera de la lógica patriarcal de ser regia y encontrar un marido gerente GCU, las mujeres no tenemos muchos marcadores de estatus. Si lo definimos vagamente como “Posición que una persona ocupa en la sociedad o dentro de un grupo social”, el status es más que orgullo, es un lugar en el espacio, eso si dentro de una jerarquía, no en base a meritos.

En el párrafo anterior, respondo mi pregunta implicita, hay que cambiar “jerarquía” por “merito”, suena fácil… primero asume que las mujeres (feministas o no) podemos separarnos así no más de los marcadores del orgullo clásico (es posible, pero tras procesos de reflexión), que nos ganaremos un espacio a través del merito y su reconocimiento, ok, eso pone el énfasis en una comunidad que te reconoce (es poner demasiado en manos de otrxs), que te reconozcas tu y estés orgullosa de tus logros… para mi gusto un poco árido….

Bien, como ya muchas han dicho antes el encontrar un lugar en el mundo que te acomode es complejo, no imposible… y que una buena autoestima ayuda montones.
Hoy encontré lo siguiente en la revista Debate Feminista:


… para lograr desmontar el entretejido político vigente hay que desarrollar una estrategia de relación y de comunicación entre mujeres… el término affidamento que significa tantas cosas vinculadas entre sí (como confianza, reconocimiento, autorización, fidelidad) ... El objetivo del affidamento es "tener en nuestro sexo la fuente y la medida del valor social de las mujeres".


Fantástico encontrar en otras mujeres una fuente de valor… ¿Pero las feministas tienen la disposición de hacer esto una por otras? Desde lo que he visto… no. Esto puede cambiar… Claro que sí. ¿Es importante que suceda? Desde la misma fuente así se señala:

… debate feminista retoma del affidamento una idea central: "La falta de gratitud entre mujeres empobrece mucho más que el dominio sexista a la mujer individual y a todas en conjunto". En la costumbre social, el reconocimiento "se reduce a un sentimiento íntimo o a una acción privada", pero la relación de affidamento se propone como social y parte de un proyecto político. Si "el vínculo de reconocimiento y de agradecimiento hacia sus iguales constituye lo esencial de su vinculación social para una mujer", configurándose como el fundamento de una autoridad social femenina…


Es decir el affidamento, es una conducta sororal que está vinculada a acciones de memoria feminista, pues el reconocimiento es público y se debe registrar.

En fin, volviendo a el lugar donde yo me planto como activista que quiere vivir y verse desde referentes no patriarcales, y está empezando este proceso, y que quiere vivirlo con goce, este es el principio de una serie de reflexiones sobre el bienestar propio y el de otras.

2 comentarios:

  1. Me parece un muy buen texto interesante, explicativo y muy entretenido. Concuerdo plenamente en que ha momentos se nos dificulta ver solidaridad entre nosotras, es un "trabajo" que debemos realizar para vincularnos desde la sororidad.
    Pero también, no podemos perder de vista que el patriarcado nos enseña conductas con las que cargamos, por ejemplo la envidia, el "pelambre"; reforzando el sistema. Por lo tanto debemos desaprender ese tipo de comportamiento para re-comenzar desde la sororidad y construír relaciones nuevas. Lo que se aprende se puede "desaprender".

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  2. Totalmente de acuerdo, desaprender y poner un aprendizaje (creación) mas constructivo en su lugar es fundamental y posible.

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