Por Beatriz Sotomayor
Hace muy poco leí online, el texto de Julieta Kirkwood que da el titulo a este articulo, hace tiempo que me pregunto sobre ella, y la escucho nombrar mucho como si fuera alguien tan archirreconocido que todo lo que se diga sobre ella es redundar, entonces solo tenía un nombre, una imagen no demasiado buena que muestran a una mujer vivaz, apasionada y crespa y la sensación de que había escrito cosas muy relevantes.
Tome desde el Blog Saberes Feministas una reseña escrita por Judith Muñoz Saavedra sobre Julieta Kirkwood que transmitiré sintetizado, (si lo sé ella merece mucho mas), y en otro artículo, escribiré un resumen de la ponencia que da nombre a este articulo.
Julieta kirkwood fue pionera en la elaboración teórica feminista en Chile y una de las responsables de la visibilización y reconocimiento de la sabiduría feminista latinoamericana. Esta licenciada en sociología y ciencias políticas (Universidad de Chile 1969), no solo produjo sus conocimientos y formuló sus propuestas en instancias académicas sino que las supo articular desde una activa participación política y social.
Junto a otras mujeres refundó en Chile el movimiento feminista, en plena dictadura militar, creando una gran red en torno al lema “democracia en el país y en la casa”. Desde allí, junto con luchar contra la dictadura y la forma en que ésta reforzó el sistema patriarcal cuestionó la subordinación del feminismo al interior de los partidos políticos y otros movimientos sociales.
Entre los principales aportes de Julieta a la teoría feminista se encuentra su reflexión sobre los “lugares de enunciación de los saberes feministas” y lo que llamó “los nudos de la sabiduría feminista”.
Para Julieta la producción de saberes del feminismo se hizo al nombrar lo que hasta ese momento no tenía nombre, produciendo discursos propios, evidenciando la distancia entre teoría y práctica. Así, al nombrar lo privado en clave política era posible convertir lo personal en un proyecto colectivo:
(...) idéntico giro en el lenguaje: los temas de pasillo se tornan temáticas de asamblea; lo privado, la mujer misma, se hace punta de tabla y del debate social. Se realiza una nueva mezcla de política y vida cotidiana. Se ha producido una desclasificación de los códigos, una inversión de los términos de lo importante. La participación se ha hecho acto, social, real y concreto(…)(Kirkwood 1987)
En el feminismo los tiempos de acción son más veloces que los tiempos de reflexión, haciendo que practica y teoría no siempre avance al compás de su propia historia, a esta incongruencia Julieta le llamó los nudos de la sabiduría feminista.
El saber feminista se nutre y se perfilan desde dudas, frustraciones, dificultades que dejan a su vez prácticas que son procesos de afirmación de estos saberes.
La reflexión de los nudos surge de las tensiones y dinámicas contradictorias del movimiento feminista y ofrece al mismo tiempo una metodología de análisis y de producción de conocimiento:
(...)los nudos se pueden deshacer siguiendo la inversa trayectoria, cuidadosamente,...con el hilo que hay detrás, para detectar su tamaño y su sentido; o bien se pueden cortar con presas de cuchillos o espadas para ganarse de inmediato el imperio de las cosas en disputa. De allí surge, creo, la primera brutal divergencia entre conocimiento y poder(…)(Kirkwood 1986)
(…)El feminismo es tanto el desarrollo de su teoría como su práctica, y deben interrelacionarse. Es imposible concebir un cuerpo de conocimientos que sea estrictamente no práctico (…)
En su obra Julieta propuso:
una aproximación a la construcción de la actoría social de las mujeres, un ordenamiento del movimiento feminista y una problematización de las relaciones de lo femenino con el poder y el saber. Su pensamiento sé vio expresado en distintas publicaciones de la época pero se puede encontrar compilada principalmente en 2 publicaciones:
Tejiendo rebeldías: escritos feministas de Julieta Kirkwood hilvanados por Patricia Crispi (1987): Recopilación de diversos textos a través de los cuales se puede reconstruir la historia de los procesos y vivencias de las nacientes organizaciones de mujeres en Chile, del feminismo y la política. En ellos reflexiona sobre el feminismo como práctica y teoría; situando como elementos conceptuales el género y la clase social, la conducta, el saber y el poder. Este último en el contexto del modelo patriarcal y sus manifestaciones en la vida pública y privada: el poder de la acción, poder político, el poder del saber.
Ser política en Chile: Las feministas y los partidos (1986) (fue reeditado en 1990 por la editorial cuarto propio con el nombre Ser política en Chile: los nudos de la sabiduría feminista). Conjunto de ensayos en los que analiza al movimiento feminista durante los últimos 50 años, entre sus propósitos está: recuperar y develar la historia invisible de las mujeres y desarrollar una elaboración teórica de los contenidos y demandas que surgen de las organizaciones teniendo en cuenta los postulados universales de igualdad y las vivencias concretas de opresión que experimentan las mujeres.
En la sabiduría de Julieta se encuentra plasmada una unidad integradora de lo académico y lo político; por un lado, la acción intelectual, su saber y reflexión crítica, por otro la acción y la necesidad de transformador la cultura política y el Chile que le tocaba vivir.
Para ella el saber era práctica (creación de pensar, producción), y el hacer era la proyección situacional de ese saber. Su proyecto desde la mujer y lo popular estaba centrado en la tarea de recomponer el tejido social desmembrado durante la dictadura. Por ello se declaró a sí misma socialista/feminista y feminista/socialista, dependiendo del espacio y del énfasis, pues su búsqueda era de movimientos amplios, heterogéneos, con un horizonte abierto que permitiera una doble resistencia: al patriarcado y a la dictadura militar.
Julieta era una militante y una líder política, desde ese posicionamiento reflexionó, desató nudos y tejió rebeldías. Cuando era casi imposible hizo teoría feminista, construyó un lenguaje particular y descubrió una forma singular de aproximarse a los problemas sociales. Fue una de las artífices del pensamiento feminista latinoamericano, su influencia se mantiene hasta el día de hoy y sus reflexiones cobran cada vez más vigencia.
Murió el 8 de Abril de 1985
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