Una Historia Necesaria Mujeres en Chile 1973-1990

Cortesia Sandra Palestro

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Por Beatriz Sotomayor

En este blog muchos post se han dedicado a reseñar material valioso para la comprensión de temas relacionados al feminismo, este post hablara sobre el libro cuya foto vemos mas arriba, una HISTORIA NECESARIA.

Este libro escrito por Edda Gaviola, Eliana Largo y Sandra Palestro, se gesto en Bellavista, una concepción de lo más común entre cervezas y risas, solo que no era una guagua, sino un libro:

“Escrito desde el movimiento de mujeres para el movimiento de mujeres”.

Las autoras para asegurar la representatividad y el protagonismo de las mujeres del movimiento se embarcaron en una especie de desafío Iron Man de las ciencias sociales que duro 3 años y en el que participaron 300 mujeres, para que sepan la maratón comparada con el desafío Iron Man es algo así como ir a hacerse un sándwich en calcetines a la cocina.

El libro sigue muy vigente, pues a pesar de que ya no estamos en dictadura, cuenta que las mujeres participantes durante esos años habrían aprendido a “ver en la oscuridad” y habrían comprendido que la dictadura y el militarismo son simplemente la manifestación extrema de un fenómeno transversal en la sociedad: el patriarcado, reflejado en el autoritarismo.

En un capitulo tipo declaración de intenciones: DESDE ESTE CRISTAL MIRAMOS, nos cuentan la filosofía detrás del proyecto.

A cada actor o actora social le corresponde un papel en el escenario. Como lo escriba, como lo desempeñe, dependerá del grado de asimilación de su propia historia, de su práctica y de sus ganas transformadoras. La diversidad no es dramática en sí, lo que es dramático es su falta de expresividad, la deslegitimación de su acción y la negación de su existencia. A partir de esta constatación básica se desprende este intento por recuperar nuestra identidad como movimiento social, que, en el decir de Evers, es una identidad del tipo “hágalo-usted-mismo, que no puede ser dado por otros y menos aun venir de la estratosfera del poder político”.

Luego dan una mirada a la historia del movimiento de mujeres en Chile (1870-1973), mostrando como el movimiento de mujeres se mueve en dos frentes paralelos y (estancos) las mujeres aristócratas y las obreras, al respecto un extracto del periódico La Palanca:

“Vosotros hombres de fe ¿Qué habéis hecho sino persuadirla de lo irremediable de su servidumbre, hacerla adorar sus cadenas, nutrir sus almas con las creencias destinadas a eternizar su cautiverio? Vosotros revolucionarios, ocupados en hacer y deshacer constituciones ¿Cómo no habéis pensado en que toda libertad será un fantasma mientras viva en esclavitud la mitad del género humano?”.

En relación a este periodo las autoras concluyen:

En síntesis (…) veremos que los logros obtenidos por las mujeres fueron producto de su propio quehacer, en el que se entremezclaron organizaciones de diversa índole, movilizaciones y, sobre todo, una acumulación de experiencias que irán profundizando los contenidos de la práctica y la teoría en los distintos momentos.

De esta manera nos referimos a un movimiento cuyo potencial transformador se expresara, en el largo plazo, en su carácter generador de otra cultura. Así como en el decir de Evers, “son los millones de pequeños actos cotidianos de obediencia irreflexiva al orden existente los que crean, reproducen y refuerzan las estructuras sociales”, el movimiento de mujeres ha enraizado en su práctica diaria millones de pequeños actos de rebeldía consciente contra el orden existente buscando reapropiarse de su identidad y de su papel en el mundo.

Después recorren desde los testimonios de entrevistadas lo que fue la historia del movimiento de mujeres, desde el `73 y el trauma del golpe militar, donde la mayoría de las mujeres entrevistadas eran militantes, y perdieron sus medios de subsistencia, fueron detenidas o sus maridos lo fueron y tuvieron que buscarlos, en ese instante de desarticulación, tuvieron que empezar por “parar la olla”, y aliarse para sobrevivir y poder seguir el imperativo de “Hacer Algo”.

Muchas de ellas pudieron quedarse en Chile y las que no, se exiliaron y en el exilio la mayoría de estas mujeres volvió enriquecida de conocimientos, estudiaron y forjaron alianzas, es decir lo aprovecharon a concho.

Hay que remarcar que muchas mujeres no militantes se involucraron en las organizaciones de mujeres de esos años por solidaridad con otras mujeres sin haber tenido participación política previa, por verlas en las calles, moviéndose para ayudar y/o encontrar a los detenidos.

Para la sobrevivencia se avivo el ingenio, se vendieron cuchuflies, las ollas comunes brotaron como hongos, y entre la solidaridad y la astucia, se reunían mientras hacían como que miraban una vitrina, conversando metidas en furgones escolares que daban vueltas y más vueltas, preocupadas por los detenidos, por abrigarlos y llevarles comida. Y por organizarse.

Al principio el machismo de los militares hizo que se las subestimara, pero después cuando las organizaciones que las mujeres armaron al amparo de las capillas (único lugar donde era posible reunirse) se fortalecieron, muchas de ellas fueron reprimidas con toda la crueldad de la que fueron capaces los militares.

La segunda parte es un trabajo de hormiga de trenzar los relatos de 300 mujeres, mostrando como del caos, va creciendo la reflexión, desarrollándose la autoconfianza, el liderazgo de las mujeres, yendo del aislamiento a los encuentros nacionales, participando de encuentros internacionales, encontrándose en fin nada de solas. En este contexto se constituyo un movimiento feminista.

Cortesia de Kena Lorenzini, esta fotografia muestra el primer acto publico del Movimiento Feminista en la escala de la biblioteca nacional en plena dictadura durante el año 1983.

Crece entre las mujeres el deseo de mirarse y aparece el círculo de estudios de la mujer que funciono al alero de la Academia de Humanismo Cristiano, hasta que esta institución presionada por un artículo del mercurio del jueves 8-12-1983 les quita su apoyo, el artículo esta titulado:

EN NOMBRE DE LA FE HAY QUIENES QUIEREN LLEVARNOS A UN REGIMEN ATEO, SANGUINARIO Y DESPOTICO, UN REGIMEN TITERE DE MOSCÚ

En el cual se señala que la Academia de Humanismo Cristiano promueve el hedonismo más impúdico. (Poniéndolo así pucha que suena interesante, le hace pensar a las gentes aburridas que es ahí donde se fue a meter el carrete durante todos esos años).

El “Circulo de Estudios de la Mujer” (…) publica revistas que a la par de ser socialistas en el plano político, son inmorales en el plano de las costumbres. A lo largo de sus páginas se incentiva el orgullo y la sensualidad, que son respectivamente las causas del igualitarismo y el libertinaje.

En los boletines Nºs 11 y 12 se encuentra el mas extremado feminismo. La decencia no permite analizar la materia abordada en ellos, a la vez que tal vez no habría exceso en calificar de porno-revolucionaria. Allí se defiende el vicio solitario, el concubinato, el aborto…

Tengo la sospecha que después de eso los boletines 11 y 12 se vendieron como pan caliente, para dejar luego al lector/a bastante desilusionado… ¿bastara para acusar al mercurio de publicidad engañosa?

Nacieron del circulo La Morada y El Centro de Estudios de la Mujer en 1983, que fueron la cristalización de dos tendencias dentro de estos círculos, el deseo de hacer investigación y el deseo de trabajar con las bases, ese mismo año irrumpe públicamente el Movimiento Feminista con ese mismo nombre.

En la tercera parte, desde dos miradas analizan la historia pasada, y también mencionan el desencanto que fue la transición, se refieren a lo sucedido con la vuelta a la Democracia con una suerte de “la alegría no llego para nosotras”, donde los antes aliados partidos les quitan la alfombra a las feministas de debajo de los pies:

(…) una vez reinstalada la clase política en la transición democrática, los actores únicos y legítimos, según su concepción, son los partidos políticos. Así, los movimientos sociales en tanto expresión organizada de la sociedad civil, se tornan molestos e innecesarios. Los hasta ayer alentados por la prensa opositora, aplaudidos en las calles, con tribuna antidictatorial, ahora no son noticia, no se sientan en la mesa de las decisiones y, peor aún, se les pide postergar sus necesidades para un futuro planificado por esa misma clase política que los ignora. Lo publico así definido se vuelve más estrecho y excluyente que antes, `empobreciendo el hacer política´ e instalando una barrera casi impenetrable para la sociedad civil organizada.

Para terminar un extracto del MANIFIESTO FEMINISTA Demandas Feministas a la Democracia 1983:

La marginalidad política de las mujeres, “por razones de su naturaleza biológica”, no tan solo significa dejarnos relegadas mayoritariamente en ámbitos de apoyo al conservantismo y autoritarismo, sino que también significa privar a la sociedad de la creatividad política y del compromiso democrático de la mitad de la ciudadanía.

El feminismo chileno ha evidenciado que el autoritarismo es algo más que un problema político, que tiene raíces y cauces más profundos en toda la estructura social, que hay que cuestionar y rechazar muchos elementos y contenidos que no han sido considerados políticos por ser atribuidos a la vida cotidiana-privada.

Cortesia de Articulación Feminista Por La Libertad De Decidir, esta fotografia muestra la caravana que entremedio de los temblores viajo al sur a entregar ropa, alimentos y articulos de primera necesidad a organizaciones de mujeres del sur que sufrieron estragos por el terremoto de 27 de Febrero 2010, la carga que llevaban fue recolectada en un acto sororal de conmemoración del 8 de Marzo (100 años).

Bibliografía disponible en Internet:

- Catalogo en línea Biblioteca Flacso-Chile referido a Movimiento Feminista